'Usted tiene un alopecia androgénica'. Esas fueron las palabras que escuché proponer a mi médico. Se me hizo un nudo en la gaznate porque no sabía de esta enfermedad. ¿Qué estaba en mi mente? Solo pensé que iba a perder mi pelambrera por completo, una de mis fuentes de seguridad, lo había manido así durante muchos abriles.
Te recomendamos¿Qué razones retrasan el crecimiento del coleta?Te contaré mi historia. tengo 27 abriles y solo hasta esta momento me he cortado los mios pelambrera hasta los hombros siempre he llevado uno Pelambrera XLMe encantó que fuera espléndido y que sus ondas tenues estuvieran entrelazadas. Pero un día todo cambió, y eso que tanto le gustaba peinar desapareció. ¿Qué sucedió? Luego de un suspensión nivel de estrés y un COVID Mi pelambrera comenzó a caerse inexplicablemente., como dice el dicho; cada día trae su celo, me trajo una nueva calvicie.
Te recomendamos¿Con qué frecuencia debe cambiar su peine o cepillo para el flequillo?Preguntas sin respuesta inundaron mi mente y miles de mitos comenzaron a acecharme. Si el alopecia Afecta más a los hombres que a las mujeres, entonces, ¿por qué me pasó a mí? ¿Tengo que usar una peluca? ¿Ya no soy atractivo? Eran ideas muy superficiales, pero luego entendí que la vida y el bienestar van más allá de la apariencia física, pero de eso hablaremos más delante.
Te recomendamosPérdida de pelambrera relacionada con el estrés: cómo prevenirlaEmpecé a entender que alopecia es una forma de perdida de pelambrera lo cual se manifiesta por despoblamiento, es proponer, hay zonas que se pueden ver con menos pelambrera e incluso se puede ver alopecia. Los folículos pilosos se encogen, lo que hace que el pelambrera nuevo se vuelva más delgado, pero a veces no vuelve a crecer. Sin bloqueo, ayer de tener un dictamen concreto, me caldo a la mente la próximo pregunta: ¿Cómo sé si tengo alopecia?
Tras el confinamiento seguí trabajando desde casa, reminiscencia estar sentado en mi arnés con el ordenador delante y al levantarme me di cuenta de que había una serie de pelambreraNi siquiera entendí cuándo sucedió, solo lo toqué y se cayó y siguió así durante semanas.
Un día visité a mi nutricionista, le comenté lo que me pasaba y me dijo que lo padecía alopecia. “Ve a un experto”, fueron sus palabras. Le dije que estaba perfectamente, pero por en el interior tenía miedo, así que lo consolé un poco. Hasta que llegó el día en que no pude peinarme ni disimular las zonas afectadas. El espejo se convirtió en mi enemigo porque lloré al ver que no me podía hacer una huesito dulce de heroína y si lo dejaba amplio era aún peor.